"Si se mueven, voy a dispararles a todos”: la reconstrucción del ataque de la escuela de Texas que dejó 10 muertos @EntreJerez


Estudiantes se hicieron los muertos para evitar las balas, una alumna vio cómo el atacante disparaba hacia ella, y un profesor activó la alarma antiicendios. Así ocurrió la masacre de la secundaria de Santa Fe.
El sospechoso de la balacera en una escuela secundaria de Texas inició su ataque disparando con una escopeta a través de la puerta del aula de arte, rompiendo un panel de cristal y haciendo que los aterrorizados estudiantes corriesen a la entrada para bloquearle el paso.

Según testigos, el joven Dmitrios Pagourtzis volvió a disparar a la parte de madera de la puerta y alcanzó a un estudiante en el pecho. Así empezó el terrible ataque en una escuela secundaria de Santa Fe, en el que fueron asesinados ocho estudiantes y dos profesoras.

Después, el atacante merodeó durante 30 minutos por un laberinto de cuatro aulas, matando a nueve personas más, antes de intercambiar disparos con la policía y rendirse, dijeron las autoridades.

Se hicieron los muertos

El estudiante de primer año Abel San Miguel vio cómo su amigo Chris Stone era asesinado en la puerta del aula. San Miguel fue alcanzado en el hombro izquierdo por otra ráfaga de disparos. Él y los demás sobrevivieron haciéndose los muertos.

"Estábamos sobre el piso, todos amontonados en posiciones al azar”, dijo.

El juez del condado de Galveston Mark Henry, la máxima autoridad de la región, dijo que no creía que el ataque del viernes consistiera en 30 minutos de disparos continuados. Además, considera que las fuerzas de seguridad contuvieron al atacante pronto.
Disparó hacia ella
Breanna Quintanilla, una estudiante de tercer año, estaba en clase de arte cuando escuchó los disparos y a alguien que dijo: "Si se mueven, voy a dispararles a todos".

Pagourtzis, de 17 años, supuestamente entró en el aula, apuntó a una persona y le dijo: "Voy a matarte". Y disparó.

"Entonces dijo que si el resto nos movíamos, iba a dispararnos”, recuerda Quintanilla. Cuando Quintanilla intentó correr hacia una puerta trasera, se dio cuenta de que Pagourtzis la estaba apuntando. Disparó en su dirección.

"No me alcanzó", dijo. "Pero (la bala) rebotó y me dio en mi pierna derecha”. La joven fue atendida en un hospital y sigue con una venda marrón alrededor de la herida.

La estupefacción de la familia

En su primera declaración desde la masacre, la familia de Pagourtzis dijo en un comunicado el sábado que el ataque "parece incompatible con el chico al que amamos”.

"Estamos tan conmocionados y confundidos como cualquiera por estos acontecimientos”, señaló la nota, que ofreció oraciones y condolencias a las víctimas. Los familiares dijeron que "desconocen casi por completo los detalles” del ataque y compartieron "el ansia de la población por respuestas”.

El abogado de Pagourtzis, Nicholas Poehl, dijo que estaba investigando si el sospechoso sufrió acoso escolar de “profesor a estudiante” tras leer reportes de que su cliente fue tratado mal por sus entrenadores de fútbol. Pero esas acusaciones fueron investigadas y “se confirmó que esos reportes no eran ciertos”, explicó el distrito escolar en un comunicado.
La alarma antiincendios
Zach Wofford, estudiante de último año, dijo que estaba en un taller agrícola cuando oyó los disparos desde el aula de arte, al otro lado del pasillo. El profesor sustituto, Chris West, salió al pasillo a investigar y accionó la alarma antiincendios.

"El salvó a mucha gente”, dijo Wofford acerca de la acción del profesor.

Las sospechas de una madre

La madre de una de las estudiantes muertas dijo que su hija podría haber sido atacada porque rechazó los acercamientos de Pagourtzis, que era exnovio de su mejor amiga.

Sadie Rodríguez contó que su hija de 16 años, Shana Fisher, le habría dicho que 'no' en varias ocasiones y él "se puso cada vez más agresivo”. La semana antes de la balacera, Fisher "le plantó cara" avergonzándolo en clase, dijo Rodríguez.
La oficina del FBI en Houston tuiteó el sábado que 13 personas resultaron heridas en el ataque, frente a las 10 reportadas anteriormente.

Además de una escopeta y una pistola, Pagourtzis tenía también varios tipos de explosivos de fabricación casera que las autoridades no fueron capaces de detonar.

Las autoridades no ofrecieron el motivo para el ataque, pero en una declaración jurada apuntaron que el sospechoso admitió haber perpetrado la balacera.

El tirador contó a la policía que cuando abrió fuego evitó disparar a estudiantes que le caían bien "para que contaran su historia”, apuntó el documento.


En fotos: Autoridades atienden a las víctimas de un tiroteo en una secundaria de Texas

 












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